Estas galletas son estos pequeños regalos que te hace la vida que consigue que tengas la edad que tengas, te impresionen.
Te hacen sentir niño ya que no concibes que unas mini pizarras como las que usábamos en la escuela puedan utilizarse para anotar lo importante. Letreros de la vida, etiquetas para no olvidar.
Me encantaron la primera vez que las ví y lo tuve claro, son perfectas para escribir.
La primera galleta surgió por la boda de una amiga, le decoré a mano unos cofrecillos de madera para que pudieran meter en ellos los anillos y su sobrino pudiera llevarlos hasta el altar. La rotulación de esos cofres inspiró esta galleta.
Y ya que estábamos en plan romántico, ¡qué mejor declaración de amor para los demás, y para uno mismo que esta galleta!.
Seguro que al leerla no podéis dejar de tararear la canción.
Y ya por último, un detalle tal vez de lo más infantil, pero cuando es el santo de tu madre y tienes a mano los pinceles no puedes sino demostrarte el amor que le tienes. En esta galleta además va dibujada su segunda profesión en la vida (profesora de ballet) y el nombre de todos "sus amores": sus hijas y sus nietas.
Y acordaros que en la vida lo único que importa es EL AMOR.
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