jueves, 27 de agosto de 2015

Tarta-Lienzo. Pintura a mano de un "Árbol"

La afición por la repostería creativa la descubrí relativamente hace poco tiempo. Me quedé impresionada la primera vez que ví una tarta de fondant y pensé ¿cómo lo harán? y de esa curiosidad empezó mi aventura con las tartas.

La pintura viene de familia. En casa siempre ha habido y los sigue habiendo artistas muy buenos con el lápiz y el pincel. Artistas que exploran su arte en cualquier medio y de verles, de pensar que cualquier cosa es posible, de ver cómo de un pensamiento, una idea fugaz puede bajar por tu cabeza, pasar por tu brazo hasta llegar a tu mano, y comprobar cómo va dibujando aquello que imaginas, es uno de los momentos más creativos y relajantes que pueda haber.

De ahí salió esta tarta. Hacía un par de años que no cogía un pincel para pintar al óleo, que es la técnica que utilizo. Pero la otra tarde teniendo un lienzo en blanco como era una tarta de fondant, y teniendo los pinceles a mano, pensé que porqué no. ¿Por qué no dejar que la imaginación fluya? ¿Por qué no unir mis dos hobbies la repostería y la pintura? 

Y como obsesión por el tinte azul, dibujé el fondo y el resto se hizo sólo.

No se aprecia en la foto pero las ramas del árbol tienen un brillo plata que le daban profundida y luminosidad


La pintura empezó a fluir por el pincel, y una vez que descubres cómo hacer el trazo el resto es como siempre, coges la paleta de pintura, los pinceles y crear. 

Eso sí, los pinceles  y la paleta son exclusivos para las tartas.


El resultado final, una tarta que dió pena cortar, pero que resultó muy rica. Bizcocho de chocolate y calabacín con crema de chocolate blanco. Una delicia y sobre todo no muy dulce, ideal para épocas de calor.

La base donde se apoya la tarta es un efecto del fondant y la pintura que recrea una bandeja de cobre.


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